Si quieres saber si tienes una mala oclusión dental, o si tus hijos la tienen porque de esto depende un posible tratamiento de ortodoncia, debes saber que hay unas nociones que te pueden ayudar. Tienes que conocer lo que es una buena oclusión dental y compararla con la tuya.
¿Cómo detectar un problema de oclusión dental?
Para comenzar debes mirarte en un espejo, o la persona de que se trate, abriendo los labios con las mandíbulas cerradas debes observar que los incisivos superiores tapen como máximo 1/3 de los inferiores. Observa si la línea media de los dientes superiores e inferiores coincide, esta es la línea que se forma en la separación entre los dientes incisivos.
Ahora le toca a los caninos, la cúspide de los caninos superiores debe de quedar entre la línea imaginaria del canino inferior con el primer premolar. Esto debes observarlo para ambos lados, el derecho y el izquierdo.
Respecto al primer molar superior, este debe tener su cúspide asentada sobre la fosa del primer molar inferior.
Debes fijarte en si los dientes de la parte superior tapan ligeramente a todos los de la parte inferior porque es lo normal.
Resultados de tu autoevaluación
Ve punto por punto observando si se cumplen las posiciones que te hemos indicado. Si en alguno de ellos no se cumple la adecuada posición, es posible que necesites ortodoncia. En este momento es cuando debes ir al dentista para que evalúe esta posibilidad.
Si la mala oclusión se produce en un niño debes ir al odontólogo lo antes posible para que decida el tipo de intervención y en qué momento se debe realizar. Esto se debe a que en la salud dental en jóvenes y niños es necesario tener en cuenta más factores porque debido al crecimiento físico su oclusión dental va a ir cambiando.
Motivos por los que no se tiene una buena mordida
Las causas pueden ser diversas. Las más habituales se deben a la herencia de padres a hijos, esto es importante porque si tú tienes mala oclusión debes revisar la boca de tu hijo.
Se produce mala oclusión si:
- La mandíbula superior es mucho más grande que la inferior.
- Si hay diferencia entre el tamaño de la mandíbula y el de los dientes.
- Tener dientes extras que afectan a la oclusión.
Por malos hábitos:
- Chuparse el dedo cuando se es pequeño, hacer presión con la lengua o usar chupete durante demasiado tiempo.
Causas externas:
- Tener prótesis, coronas, obturaciones o correcciones dentales que están mal ajustadas.
- Haber sufrido una lesión en la mandíbula.
- Sufrir de un tumor en la mandíbula.
Las consecuencias de la mala oclusión
Si tienes una mordida que no está alineada va a afectar a tu capacidad para masticar correctamente, incluyendo dolor o molestias al hacerlo.
Las consecuencias estéticas no deben dejarse de lado ya que el aspecto de la cara puede ser anormal presentando peor aspecto del que podrías tener.
Debes tomar en cuenta la dificultad que, sobre todo en niños, puede producirse para hablar y vocalizar.
Se ha demostrado que una mala oclusión aumenta las posibilidades de padecer otro tipo de enfermedades dentales como las caries y, además, se produce un mayor desgaste en tus piezas dentales.
Tratamientos: ortodoncia, carillas y coronas dentales
Tienes que consultar tu caso con el odontólogo que será quién evalúe y diagnostique tu caso particular. En general, existen varios tratamientos aplicables a la mala oclusión dental como son:
- La ortodoncia para ir recolocando las piezas dentales de manera progresiva. Es la solución más habitual y efectiva.
- Si existe un arco dental estrecho se puede optar por las carillas de porcelana y las coronas dentales en el caso de que haya un gran desgaste de los dientes.
- Y recuerda que los tratamientos, no sólo son para niños y jóvenes. Hoy en día hay soluciones en ortodoncias para adultos
Si aún tienes dudas, acércate a Clínica Barreiro y conoce nuestras soluciones en ortodoncias.