La salud bucodental es uno de los factores más importantes de la salud general. Si llevas una correcta higiene, consumes una dieta baja en azúcar y visitas periódicamente al odontólogo, ya tienes las principales pautas para lograrla. Sin embargo, hay una serie de creencias que, al ser extendidas, obran en contra de estas medidas básicas.
Un piercing es una perforación en la zona de la boca con fines estéticos. Se realiza en la lengua, en los labios o en el frenillo. Pero muchas personas, cuando se lo hacen, no saben que puede traer riesgos. Además de la inflamación y el dolor propios de una herida en la zona, esta práctica no suele aconsejarse por los odontólogos.
Con las vacaciones, el abandono de nuestra rutina y los viajes o traslado de residencia, nuestra higiene bucal se puede resentir. Disfrutar de las vacaciones pero seguir dedicando el tiempo indicado a nuestro cepillado debe ser una costumbre que no se tiene que modificar, estemos dónde estemos.
Además, la alimentación en esos días de ocio puede provocar que se ingieran alimentos menos recomendables para nuestro cuidado dental, por lo que nuestro ritual de limpieza bucal debe permanecer inalterable para evitar posibles sorpresas a la vuelta de las vacaciones. La prevención siempre es la mejor solución.