Un piercing es una perforación en la zona de la boca con fines estéticos. Se realiza en la lengua, en los labios o en el frenillo. Pero muchas personas, cuando se lo hacen, no saben que puede traer riesgos. Además de la inflamación y el dolor propios de una herida en la zona, esta práctica no suele aconsejarse por los odontólogos.
¿Quieres saber por qué?
Riesgos del piercing
Los piercings son un elemento que muchas personas utilizan como expresión estética. Pero, pensamos que debes conocer sus riesgos, sobre todo, cuando la persona que lo requiere es menor de edad.
Estos son los riesgos que corres
– Problemas en las encías difíciles de tratar. Dependiendo de su posición, el piercing puede estar rozando la encía llegando a provocar heridas y llagas. Un roce constante puede provocar problemas realmente serios como el desgaste del esmalte y la pérdida de hueso.
– Periodontitis grave que puede llegar a producir la pérdida de dientes. Esto es debido a que la encía se retrae y se desgasta. Al ocurrir esto, el diente queda expuesto a la placa bacteriana.
– Un efecto antiestético producido por el daño que el piercing provoca en las encías. Ante la retracción de estas, el efecto estético de los dientes de la boca va empeorando.
Cuidado con la colocación del piercing
Estamos hablando de perforación en la boca, por eso estamos centrándonos en los efectos para tu salud. Ten en cuenta lo siguiente: toda invasión de tu cuerpo debe estar propiciada por profesionales cualificados. En el caso de los piercings también. Una mala colocación puede tener efectos devastadores para tu boca. Estos son los efectos negativos:
– Aumento de la sensibilidad en dientes, la lengua o labios.
– Alteración del proceso del habla: inadecuada pronunciación de determinados fonemas como la R, S, T y la L.
Las bacterias aprovechan su oportunidad
No debes desdeñar este hecho: un piercing es un nuevo elemento en donde las bacterias van a anidar. Debido a que se retiene comida en él, el colocárselo implica mayor posibilidad de infecciones. Por tanto, una boca con piercing está mucho más colonizada de bacterias que una que no lo lleva. Esto nos lleva a sufrir:
– Más sangrados y gingivitis.
– Mal aliento.
– Inflamaciones e infecciones.
Pero esto no queda ahí. La cuestión es que más bacterias implica que las tragas al comer y las incorporas a tu organismo. Esto puede llevar a sufrir más enfermedades orgánicas de todo tipo.
Las fracturas son más probables
Imagínate que te das un golpe en la boca. Si llevas un piercing es mucho más probable que una pieza dental quede dañada, rota o con fisuras. Las fisuras a veces nos pasan desapercibidas, sin embargo, pueden ser un inicio para la pérdida de un diente o muela. Las bacterias entran por ellas y sin darte cuenta puedes padecer una infección. A la larga, puedes perder el diente.
Por otro lado, las piezas dentales que estén cerca del piercing pueden dañarse por los golpes repetidos, ten en cuenta que es un objeto duro.
Conforme pasan los años, si se siguen manteniendo en la boca, los piercings van agravando sus efectos sobre tu salud bucodental. Por eso, antes de ponerlo recomendamos que consultes a tu odontólogo.
Según la zona donde se colocan
También es importante conocer los riesgos del piercing, según la zona dónde se coloque. Veamos las diferencias:
– Piercing en labios y frenillo: gingivitis y periodontitis.
– Piercing en lengua: desgarros, infecciones, aumento de la salivación, cambios en el habla.
Desde nuestro punto de vista profesional te recomendamos consultar siempre con tu odontólogo. Infórmate, consúltalo y piénsalo, al menos habrás tomado una decisión informada. Desde Clínica Barreiro queremos que te sientas completamente seguro de la decisión y que conozcas los riesgos del piercing, antes de ponerte uno. Pídenos una cita, te informamos y aconsejamos.