El bruxismo, que definimos como el acto de apretar o rechinar los dientes, es un problema de salud bucodental que ha existido en todas las épocas, puede ser diurno o nocturno así como de diversa intensidad y durabilidad y, además, es un acto inconsciente.
Habitualmente este aparece entre los 30 o 40 años de edad, a pesar de que puede existir antes o después. Se relaciona con el momento de la vida en el que mayores circunstancias estresantes viven las personas. Si crees que puedes estar sufriéndolo, este artículo puede ayudarte a comprenderlo un poco más.
Incidencia del bruxismo en la salud bucodental
Podemos decir que si se evalúa a la población por géneros, las mujeres sufren una cantidad mayor de casos que los hombres de bruxismo nocturno. Los casos llegan a ser de un 75 % en mujeres en relación a los hombres.
Sin embargo, es más habitual el bruxismo diurno por apretamiento en los hombres. Esto se explica por la alta demanda de responsabilidad diaria que provoca estrés en las mujeres y por el tipo de actividad física en la que los hombres aprietan dientes de manera habitual.
En cuanto a los casos de bruxismo nocturno existentes en la población total podemos decir que lo presentan alrededor de un 20 % de los niños y adolescentes; un 28 % de adultos, y un 3 % de ancianos.
Incidencia según la ocupación laboral
Los profesionales de alta capacitación resaltan frente a los que no la tienen, sin embargo, la mayoría de pacientes con esta alteración sienten estrés por el grado de preocupaciones y carga emocional percibida independientemente de su ocupación.
Por lo tanto, esto significa que este problema de salud bucodental lo pueden padecer desde un estudiante, un ejecutivo o alto cargo empresarial hasta un ama de casa.
Diagnóstico del bruxismo
Cuando el odontólogo cree que existe este tipo de problema realizará una entrevista esencial al paciente para conocer:
– Lo severo que es el problema, si tiene antecedentes y si ya padece consecuencias.
– Es muy importante que se conozca si existen problemas laborales, familiares o sociales.
– Definir muy bien el problema del bruxismo: su intensidad, si hay dolor y dónde le duele, cuánto tiempo lo padece, la gravedad, si el paciente reconoce momentos estresantes que lo desencadenan.
– Si el paciente es conocido, el odontólogo tiene su historial clínico, si no, se deben conocer todos los problemas bucales previos así como los tratamientos.
– No solo se han de conocer las enfermedades bucodentales, además, la historia clínica del paciente es de gran interés médico.
– Al paciente se le pueden ofrecer autoinformes para recoger información sobre cuándo, cómo, dónde y con qué intensidad aparecen los síntomas.
El odontólogo realizará un examen dental para ver la gravedad del deterioro y si las piezas se mueven. A través del examen orofacial se determinan problemas asociados como sensibilidad de los maseteros, dolores faciales o úlceras.
Los diversos tratamientos dentales
Los tratamientos dentales consisten en:
1. Restaurar la oclusión equilibrando los dientes, y esto se hace con el limado de los mismos. Pero esto es solamente eficaz si la persona tiene un desajuste oclusal.
2. Férulas que normalizan la oclusión y que previenen el bruxismo. Son de material acrílico endurecido y fáciles de fabricar. Estos dispositivos tienen grandes ventajas ya que evitan el deterioro de de los dientes y los demás tejidos bucales.
3. La terapia conductual con relajación o técnicas de biofeedback pero no se recomienda tomar relajantes musculares pues enmascaran el problema y pueden crear adicciones.
En definitiva, el bruxismo es un problema de salud bucodental muy habitual por lo que si crees que estás padeciéndolo es aconsejable que acudas para una evaluación en la Clínica Barreiro.
¡No lo dejes pasar, el bruxismo tiene solución y evitarás sus graves consecuencias a largo plazo!