Los implantes cigomáticos son una variante de implante dental que necesitarás si has perdido estructura ósea, y esta no se puede regenerar en ningún caso. Este fenómeno ocurre cuando la persona no ha tenido dientes durante un tiempo prolongado, ya que la falta de estimulación dental produce una reabsorción ósea. En esta situación, es necesario valorar este tipo de implantes para poder rehabilitar las funciones normales de los dientes.
¿Qué son los implantes cigomáticos?
Cómo hemos mencionado, estos implantes son necesarios en personas que han perdido la dentadura y no lo han solucionado durante un tiempo. Estos casos son más frecuentes de lo que parecen, y se vinculan con algunas patologías. Padecer una enfermedad periodontal es una de las más comunes. También encontramos casos de personas que han estado mucho tiempo usando dentaduras postizas. La edad se convierte, en definitiva, en un factor decisivo; y, con el tiempo, el hueso se puede absorber a sí mismo. Esto ocurre muchas veces sin una explicación concreta, más allá del propio deterioro con el paso del tiempo.
En estos casos, está en manos del dentista decidir si merece la pena realizar injertos en la estructura dental. También se valora realizar una operación de elevación del seno maxilar para intentar estimular y corregir los defectos mencionados. En caso de no ser posible, se opta por dichos implantes cigomáticos.
¿Cómo son los implantes cigomáticos?
A la hora de definir las características de estos implantes dentales, debes saber que se colocan en la cavidad bucal, pero se encuentran anclados al llamado hueso cigomático. Esta es una de las principales diferencias respecto a los implantes tradicionales; la otra es que son más largos. La variación en la medida es considerable, puesto que los implantes cigomáticos suelen medir entre 35 y 55 milímetros, en oposición a los 18, como máximo, de los tradicionales.
¿Cuándo y por qué se debe optar por estos implantes?
Al tratarse de un tratamiento más complejo e invasivo, no es utilizado siempre que sea necesario reformar la cavidad dental. En cambio, se recomiendan cuando uno de los elementos a tener en cuenta es una arcada debilitada. Esta se encontrará con una gran pérdida de material óseo a la altura del maxilar.
Es fundamental seguir siempre las indicaciones de los profesionales de la odontología para saber en qué situación se encuentran las patologías que padecemos. Solo así podremos elegir el tratamiento más eficaz y adecuado. Y, aunque este no es el más frecuente en clínica dental, el implante en el hueso cigomático supone una garantía de éxito a largo plazo. Este lugar favorece la osteointegración del implante, y tiene una tasa de buenos resultados muy elevada.
Instalación de los implantes cigomáticos
A la hora de instalar implantes cigomáticos es importante que acudas a profesionales que realicen pruebas previas. Así determinaremos mejor cómo planificar la cirugía y adaptarla a tu morfología. En un plano más técnico, hablamos de una operación que cuenta con anestesia local en muchos casos, aunque también es posible utilizar la sedación consciente. La instalación de la prótesis es instantánea, por lo que no tendrás que esperar más para disfrutar de los beneficios de los implantes cigomáticos. Desde el primer día notarás sus ventajas.
No obstante, para prevenir problemas en el cicatrizado, los especialistas suelen proceder con una prótesis provisional. Esta permanecerá vigente hasta que las encías y los tejidos óseos hayan cicatrizado y estén listos para el día a día. Hay algunos consejos que puedes seguir después de la intervención.
Por tanto, hablamos de una cirugía que, pese a ser más compleja que las intervenciones dentistas habituales, tiene una gran tasa de éxito. Las personas que la han disfrutado están de acuerdo en que sus efectos perduran a largo plazo. Ponte en contacto con nosotros y resolveremos todas tus dudas al respecto.