Se conoce como periodoncia al tratamiento de cualquier enfermedad de las encias producida por acumulación de placa y sarro en los dientes, más conocida como enfermedad periodontal. Dependiendo de dónde se produce esta acumulación la dolencia tiene una mayor o menor gravedad, aunque para todas ellas es importante aplicar medidas de profilaxis con el fin de que remita.
Tipos de periodoncia según las enfermedades periodontales
Como hay distintas clases de enfermedades periodontales, las técnicas que se emplean en una periodoncia también difieren, tanto en el proceso como en la duración. Principalmente se puede hablar de dos enfermedades: la gingivitis y la periodontitis, ambas relacionadas casi siempre con una higiene bucodental inadecuada.
Periodoncia para tratar la gingivitis
La gingivitis requiere de un tratamiento de periodoncia relativamente suave. Consiste principalmente en una limpieza profunda de los dientes y las encias para acabar con toda la placa bacteriana que se encuentra adherida a los tejidos.
Tras proceder a la limpieza se analiza la boca para asegurarse de que no han quedado residuos, que se eliminan si son detectados. Después el dentista da al paciente pautas concretas para prevenir que la gingivitis reaparezca.
Lo habitual es acudir al menos una vez al año para someternos a una revisión. De esta manera no es necesario llegar al punto de necesitar una periodoncia, ya que antes de que se adhiera la placa se puede combatir. Además, el experto puede recomendar algún producto específico con el que mantener una higiene bucal completa. así como enseñarnos a realizarla del modo adecuado, algo que no solo es importante de cara a la salud dental, sino al cuidado del cuerpo en general. Hay problemas que empiezan en la boca y que se pueden evitar fácilmente.
La periodontitis
La peridontitis se presenta a partir de los 20 años y se debe sobre todo a no hacer caso de las señales que indican que tenemos gingivitis. La placa se fija por debajo de las encias, lo cual acaba formando una bolsa que separa la raíz del diente y que puede llegar a producir la pérdida de piezas si no se ataja a tiempo.
Una periodontitis leve requiere de un curetaje, procedimiento de raspado del diente para eliminar toda la placa y los residuos adheridos a la bolsa periodontal. El procedimiento es algo más intenso que con la gingivitis, aunque posteriormente no hacen falta más medidas.
Para casos de periodontitis moderada o más agresiva, quizás se necesiten otras pautas junto a la eliminación de residuos. Por ejemplo, suele hacer falta cirugía para llegar al fondo de la placa y el sarro adheridos, además de injertos para reparar el deterioro producido. Después de finalizar con esta periodoncia hay que visitar de manera periódica al dentista. En ellas se revisan todas las piezas una por una para asegurarse de que se están recuperando y se toman las medidas de profilaxis adecuadas para prevenir nuevas acumulaciones y preservar los dientes que se han podido salvar.
Periodoncia e implantología
Con la llegada de la implantología dental la periodoncia también se encarga de prevenir enfermedades relacionadas con esta técnica, como la inflamación que puede llegar a ocasionar la pérdida de los implantes. En este caso también se requieren determinadas técnicas que ayuden a los tejidos a adaptarse a los implantes y que estos cumplan con su función.
En cualquiera de los casos es importante tener en cuenta que hay que mantener una higiene bucal adecuada. A menudo no basta con cepillarse los dientes, sino que hay que prestar atención también a las encias, usando productos complementarios y sobre todo acudiendo a tu dentista regularmente para someterte a revisiones preventivas.