Los empastes son el tratamiento más usado por el odontólogo para reparar las lesiones causadas por caries. La caries es una infección causada por bacterias, debido a malos hábitos de higiene o a hábitos ineficaces. Estas bacterias proliferan sobre la superficie del diente, produciendo ácidos que debilitan y fracturan de gravedad el esmalte. Descubre algunos consejos publicados para prevenirlas.
El tratamiento de la caries consiste en eliminar el tejido del diente que se haya visto afectado por la infección. De esta forma, el diente queda libre de caries para poder proceder a rellenar y reconstruir la pieza dental. Así devolvemos su funcionalidad y aliviamos el dolor. Gracias a los importantes avances en tecnología y ciencia, hoy en día disponemos de variedad de materiales. Su aplicación en el mundo de la odontología ha dado lugar a distintos tipos de empastes.
Dependiendo del material utilizado para el empaste, podemos clasificar los más habituales en:
Empastes de amalgama
La amalgama es un material resultante de la aleación de metales como el mercurio, el cobre, el estaño y la plata. Se trata de un material muy resistente y duradero que se viene utilizando durante muchos años para la reparación de caries en personas adultas. Su durabilidad oscila entre quince y veinte años, y resultaban más económicos por lo que fueron muy populares. También son comúnmente conocidos como empastes de plata o empastes de mercurio. Su capacidad de resistir grandes tensiones hace que aún en la actualidad sean utilizados para molares o zonas de mayor impacto.
Que sus componentes resulten tóxicos ha creado grandes debates y ha sido asunto de investigación alrededor del mundo. Su objetivo es estudiar si son realmente perjudiciales para la salud a nivel general, puesto que con la erosión que sufre la amalgama en la boca podría suponer la liberación de mercurio al organismo con consecuencias nefastas.
Hasta ahora los estudios han concluido en que las personas con empastes de amalgama, presentan niveles más altos de mercurio en sangre, pero que sin que resulten perjudiciales. Nuestro organismo es incapaz de eliminar el mercurio y este permanece en nuestro cuerpo acumulándose en órganos como el cerebro. En países europeos, como Noruega, están prohibidos debido a casos de intoxicaciones,
Los empastes de amalgama dan al diente un acabado de color metálico oscuro. Así que el resultado estético no es nada natural.
Empastes de resina
Se utilizan materiales derivados de la cerámica y el plástico. Resisten con dureza los cambios de temperatura sin resentirse por la contracción o expansión. Son empastes resistentes y suelen aguantar durante más de diez años en boca cumpliendo su función. Su color se adapta al color real del paciente por lo que el aspecto es mucho más natural y su sonrisa más bonita. Sus componentes no representan ningún peligro para nuestra salud y son, en la actualidad, los más habituales.
Empastes de porcelana
Los empastes de porcelana son más duraderos y resistentes que los empastes de resina y presentan un resultado estético muy natural.
Empastes de ionómero vítreo
Se utilizan para rellenar grandes cavidades producidas por caries muy avanzadas o desperfectos resultantes de malformaciones durante el desarrollo del esmalte.
Siempre debemos consultar al odontólogo y dejarnos aconsejar sobre el tratamiento más adecuado, ya que el especialista es capaz de valorar cuál de las opciones nos podría aportar mayor beneficio. También tendrá en cuenta el resultado estético que desee cada paciente, para adaptarse a las necesidades funcionales y estéticas de cada persona.
Si te preocupan tus empastes de amalgama o te gustaría mejorar el aspecto de tu boca, para lucir una sonrisa natural y sana. No dudes y contacta con nosotros para una valoración y consejo experto.