Los dientes de leche constituyen lo que se llama dentición primaria o temporal y merecen tu atención. Algo importante, aunque nunca se insiste demasiado en la repercusión de los cuidados proporcionados a esta primera dentición. El motivo es que serán decisivos en la buena salud bucodental del adulto.
¿Qué son los dientes de leche?
Son los primeros en aparecer. Al igual que la dentición definitiva, tienen importantes funciones entre las que destacan la masticación y la fonación. Además, también adornan los pequeños rostros con una bonita sonrisa que aumenta su autoestima.
Pero no solo por esto son relevantes los dientes de los niños, cuentan con otro importante papel. Reservan el espacio en los maxilares para el momento en que brote la dentición definitiva, y facilitan su adecuado desarrollo.
Etapas en la dentición de los dientes de leche
Esta dentadura está conformada por piezas más chatas, blancas y pequeñas que las definitivas. Hay 10 en cada arcada, para un total de 20 dientes de diferentes tipos. La erupción sigue un orden y se inicia entre los 4 y los 7 meses de edad. En esta primera etapa aparecen los incisivos centrales inferiores.
Entre los 8 y los 12 meses brotan los incisivos centrales superiores. Un par de meses más adelante, les siguen los incisivos laterales en ambas arcadas. Entre los 13 y los 19 meses de edad aparecen los 4 primeros molares, que erupcionan más o menos simultáneamente más allá de los incisivos laterales.
Los caninos brotan en el espacio entre los primeros molares y los incisivos laterales, entre los 16 y los 23 meses. En esta etapa, lo más frecuente es que las piezas de la arcada superior se adelanten un poco a las de la inferior.
A los 3 años de edad, la mayoría de los niños ya tienen su dentición temporal completa.
¿Cómo cuidar los dientes de leche?
Al igual que sucede con los adultos, los niños deben visitar al dentista. El momento ideal es antes de que cumplan el primer año de edad, unos 6 meses después de que haya erupcionado el primer incisivo central. Debe repetirse cada 6 meses, pues existe el riesgo de sufrir de caries. Por otra parte, la dentición es un proceso complejo que puede estar sujeto a alteraciones.
En estas primeras visitas, además de revisar que todo esté bien, el especialista te enseñará a cepillar los pequeños dientes. La manera de hacerlo es utilizando un pequeño cepillo infantil, de cerdas suaves, y con una porción de pasta de dientes fluorada del tamaño de un grano de arroz. Esto debes hacerlo varias veces al día.
A los tres años es posible que el niño ya pueda cepillarse solo. La cantidad de pasta apropiada es ahora del tamaño de un guisante. Indícale con paciencia que debe ir en orden, cubriendo todas las superficies de cada arcada. Aun cuando ya sepa hacerlo, supervísalo siempre.
Los hábitos tales como el uso del chupete o succionar el pulgar deben ser erradicados alrededor del primer año de vida. Si persisten, pueden causar desplazamiento de los incisivos superiores y maloclusión, lo que necesitará un tratamiento de ortodoncia para corregirse.
Si un diente de leche se cae, puede que los adyacentes se desplacen hacia el espacio libre. Las consecuencias son que se apiñen o se desvíen los dientes definitivos cuando les toque erupcionar. Es importante, entonces, llevar al niño al odontopediatra. Otra situación en la que necesitarás la asistencia de este especialista es cuando un diente definitivo comienza a aparecer sin que se haya desprendido el que corresponde en la dentición temporal.
Los dientes de leche merecen toda la atención que puedas brindarles, tanto en casa como en la consulta del odontólogo. Ven a visitarnos, pues en nuestra clínica contamos con los mejores especialistas en el área.