En el constante cuidado de tu salud bucodental puedes toparte con problemas que afecten a otras partes de tu boca, además de las enfermedades o dolencias en tus dientes. Por ello, resulta necesario que mantengas una adecuada higiene día a día.
En este artículo hablaremos de la glosodinia o síndrome de boca ardiente. Útil para que puedas reconocer sus síntomas y tratarla cuanto antes.
Qué es la glosodinia (o síndrome de boca ardiente)
Esta molestia puede afectar a tu lengua, labios, encías, parte interna de los pómulos, parte superior de tu boca e, incluso, a áreas más generalizadas de esta. Produce un ardor constante o crónico con una sensación similar a la de haberte quemado la boca.
La glosodinia es más común en mujeres que en hombres, sobre todo durante o después de la menopausia. Sin embargo, algunas personas lo pueden sufrir durante meses o años, sin saber ni siquiera por qué.
Posibles causas
Este síndrome de boca ardiente tiene unas causas difíciles de precisar, ya que puede manifestarse de forma repentina o gradual, con el paso del tiempo. Por regla general, las personas que lo padecen no tienen irritaciones ni inflamaciones locales ni lesiones ulcerosas en su cavidad oral. Por tanto, puedes tenerlo sin causa aparente, algo que complica también su tratamiento. Con el control médico seguido, no supone un problema.
En este sentido, cuando no se identifican anomalías clínicas ni de laboratorio, la enfermedad pasa a calificarse como primaria. Se le suelen asociar alteraciones en el gusto y en los nervios sensoriales.
En cambio, si se descubre que el síndrome de boca ardiente está provocado por una afección previa no diagnosticada, se le denomina secundario. En ese caso, otras causas preexistentes sí se relacionan: sequedad, trastornos bucales, deficiencias nutricionales, trastornos endocrinos, reflujo de ácido estomacal, irritación excesiva de tu boca, etc.
Factores de riesgo existentes
La glosodinia es poco frecuente. Puede afectarte como a cualquier persona de la edad que sea, aunque es muy poco probable en personas menores de 30 años. A partir de los 50, sí es más típico en mujeres posmenopáusicas.
A pesar de que no existan factores detonantes, algunos concretos pueden incrementar el riesgo de padecer esta dolencia.
Nos referimos a:
– Enfermedad reciente, así como haber tomado ciertos medicamentos inhibidores de la ECA.
– Uso de dentadura postiza.
– Sometimiento a un tratamiento dental.
– Infección oral por candidiasis.
– Reacciones alérgicas importantes a alimentos.
– Situaciones traumáticas, estrés, ansiedad o depresión.
Síntomas del síndrome de boca ardiente
Los síntomas detectados por los pacientes son:
– Sabor amargo o metálico.
– Pérdida del gusto y sequedad bucal.
– Sensación de ardor o picor en la boca.
– Hormigueos, dolor y labios agrietados.
– Hipersensibilidad en las encías, entumecimiento de la lengua o tener el paladar áspero.
En cuanto a la duración de estas alteraciones, puede ser transitoria y limitada o perdurar durante años. Según su presencia e intensidad.
Tratamiento para mejorar tu salud bucodental
A la hora del diagnóstico debes someterte a diferentes pruebas para descartar o confirmar otros posibles problemas de los que se deriva la glosodinia. Así, se actúa contra ellos. Análisis de sangre, hisopo oral o exploración física en tu boca suelen ser las primeras acciones médicas.
Después, en función de los resultados, se ajusta un tratamiento adecuado. Este puede incluir productos para salivar más (chicles) y aliviar la sequedad (agua), así como suplementos vitamínicos, ungüentos frente al dolor y otros medicamentos para mejorar el sistema nervioso. Junto a esto, deberás abandonar el tabaco, el alcohol, el exceso de azúcares y los alimentos ácidos.
Siguiendo estas pautas conseguirás combatir los síntomas y mejorar tu salud bucodental. Te recomendamos cuidarla acudiendo a revisiones periódicas a nuestra Clínica Barreiro.