¿A menudo tienes dolores de cuello, cara y espalda y no parece haber una causa como lesiones deportivas, de postura o contusiones debidas al frío? Puede deberse a un problema de la estructura o los músculos de tu cavidad oral, es decir, una mala oclusión. Por eso es muy importante detectar las maloclusiones dentales a tiempo, y solucionarlas con un tratamiento adecuado.
La relación entre los dolores cervicales y la oclusión dental
La mala oclusión dental consiste en una relación incorrecta entre el maxilar superior y la mandíbula, es decir, la articulación temporomandibular. Cuanto más utilizamos la mandíbula (para masticar, hablar, bostezar…) más notorio será si esta alineación es incorrecta, ya que influye también en el movimiento de otros músculos.
Diferentes formas de maloclusión
En nuestro artículo sobre la mordida de clase I, clase II y clase III tienes algunos ejemplos de maloclusiones. Además, existe también la maloclusión trasversal o mordida cruzada (arcada dental superior es mucho más estrecha que la inferior), la maloclusión vertical (cuando los incisivos superiores se solapan demasiado sobre los inferiores o, al contrario, hay demasiado espacio entre ellos). La maloclusión sagital abarca el prognatismo (la mandíbula está adelantada al maxilar) y el retromagnetismo (el maxilar se adelanta, y da lugar a una barbilla pequeña).
Además, este dolor no tiene por qué estar localizado en el área afectada por la maloclusión. Un equilibrio incorrecto de los músculos faciales lleva a una postura incorrecta de la cabeza. Esto no es visible, pero sin darnos cuenta estamos manteniendo una postura de la cabeza forzada. Esto puede llegar a afectar la columna vertebral y causar dolores en diferentes articulaciones. Aquí puedes consultar más consecuencias de la maloclusión dental, algunas de las cuales te van a sorprender.
Causas de las malocusiones dentales
La forma de la mandíbula tiene un fuerte componente genético. Así que, si alguno de tus padres, abuelos, hermanos, etc. tiene este problema o crees que puede manifestarlo, tienes probabilidades de que te suceda. Como ya te indicamos, la mejor forma de salir de dudas es en la revisión del dentista. La forma de la mordida es una de los aspectos más fáciles de observar para un dentista, así que rápidamente te dirá el diagnóstico. Otras veces puede ser necesario hacer radiografías, pero no es lo más frecuente.
Las malocusiones también pueden deberse a la falta de algún diente, a fracturas bucales, la artritis reumatoide, a la respiración bucal o al bruxismo. También a otros hábitos dentales incorrectos, como empujar la lengua contra los dientes. El problema puede comenzar como algo aparentemente inofensivo, pero con el tiempo puede agravarse.
¿Cómo prevenir y tratar la maloclusión?
Los dolores cervicales provocados por la maloclusión pueden evitarse a tiempo con una correcta prevención:
- En el caso de los niños, colocar una ortodoncia si el dentista así lo recomienda.
- No faltes a las revisiones periódicas en el dentista, quien podrá detectar el problema a tiempo.
- Si has perdido o te han extraído algún diente, reponlo lo antes posible. Hay muchas formas: empastes, prótesis dentales, etc.
- Evita los malos hábitos dentales, como apretar los dientes, movimientos anormales de la mandíbula o de la lengua, etc.
¿Cuál es el tratamiento a seguir?
Tu dentista te dará las opciones, que suelen ser:
- Ortodoncia
- Cirugía: cuando el problema es interno, se lleva a cabo una artrocentesis de ATM. Es una intervención muy poco invasiva, ya que solo lleva a cabo mediante dos agujas en el maxilar, que no dejarán ningún tipo de marca o cicatriz.
Como ves, detectar problemas de la oclusión dental es muy fácil. Y es importante que lo hagas cuanto antes para evitar complicaciones mayores que empeoren tu calidad de vida. ¡Solicita una cita en Clínica Barreiro para llevar a cabo una revisión o diagnóstico y evitarás muchos problemas!